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Publicado el: 10/10/2024Por la propia boca de Evo Morales se confirma que juicio penal contra Jeanine Añez es perseución políticaEl juicio a la expresidenta Jeanine Áñez ha generado una profunda controversia que no solo ha dividido a la sociedad boliviana, sino también ha puesto en evidencia las fracturas dentro del propio Movimiento al Socialismo (MAS), el partido político de Evo Morales y del actual presidente, Luis Arce.
Evo Morales y la Decisión de Juzgar a ÁñezEl exmandatario Evo Morales reveló recientemente en su programa radial que la decisión de procesar a Jeanine Áñez por la vía penal, y no a través de un juicio de responsabilidades, fue una determinación tomada en conjunto con el actual gobierno y los principales dirigentes sociales de Bolivia. Según Morales, este acuerdo se logró en reuniones con el Pacto de Unidad y otras figuras clave del Estado, incluidas las máximas autoridades del país, como el presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca.La Propuesta de Iván LimaMorales recordó que el entonces ministro de Justicia, Iván Lima, fue el único que sugirió la opción de un juicio de responsabilidades, un camino que habría requerido dos tercios de los votos en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP). Sin embargo, Morales subrayó que esa vía no solo era inviable políticamente, sino que implicaba reconocer la legitimidad del gobierno de transición de Áñez, algo inaceptable para él y sus aliados. En lugar de esto, se optó por un juicio penal ordinario, argumentando que era la única forma de llevar a cabo una acción judicial eficaz contra la expresidenta, quien es acusada de las muertes en Senkata y Sacaba durante las protestas de 2019.Un "Capricho" Político: La Respuesta de Iván LimaLas palabras de Morales han sido recibidas con críticas por parte de Iván Lima, quien en su renuncia declaró que el juicio penal fue un "capricho" de Morales. Estas declaraciones han avivado aún más el debate, al poner en tela de juicio la transparencia del proceso judicial y dejando al descubierto las tensiones internas dentro del MAS. Según Lima, su advertencia sobre los posibles problemas legales y políticos de seguir con un juicio penal no fue atendida.Jeanine Áñez y la Reacción de la OposiciónDesde prisión, donde se encuentra detenida desde marzo de 2021, Jeanine Áñez ha respondido a las declaraciones de Morales a través de sus redes sociales, acusando tanto a Morales como a Lima de haber llevado a cabo un “sicariato judicial” en su contra. La exmandataria, que ha denunciado en numerosas ocasiones que su proceso judicial es una persecución política orquestada por el MAS, exigió su liberación inmediata y un pronunciamiento del Tribunal Supremo de Justicia ante lo que considera una interferencia política inaceptable.Áñez también hizo un llamado a la comunidad internacional para que tome acciones ante lo que describe como una violación del estado de derecho en Bolivia. Acusó a Morales de utilizar el sistema judicial como un instrumento de represión política, asegurando que su detención es resultado directo de una venganza personal por parte del exmandatario. Las Críticas de la OposiciónLa oposición política en Bolivia ha aprovechado estas revelaciones para reiterar su pedido de que el juicio contra Áñez sea declarado nulo. Alegan que las confesiones de Morales sobre su influencia en la decisión judicial evidencian que el proceso está contaminado por intereses políticos. Además, cuestionan la independencia del sistema judicial en un contexto donde las decisiones clave parecen estar controladas por el liderazgo del MAS.División en el MAS: Tensión entre el Viejo y el Nuevo LiderazgoLa polémica en torno al juicio de Áñez ha dejado expuestas las diferencias dentro del Movimiento al Socialismo. Por un lado, Evo Morales ha mantenido una postura férrea en su enfoque hacia la expresidenta, mientras que figuras como Iván Lima han mostrado desacuerdo con la vía penal. Este conflicto interno refleja una creciente brecha entre el antiguo liderazgo de Morales y el gobierno de Arce, que ha tratado de establecer su propia identidad política sin desvincularse completamente de la influencia de Morales.A pesar de que Morales insiste en que la decisión fue tomada en conjunto, las declaraciones de Lima y su posterior renuncia sugieren que no todos en el MAS compartían la misma visión sobre cómo proceder con el caso de Áñez. Las tensiones entre el expresidente y algunos miembros del gobierno actual revelan una lucha por el control dentro del partido, donde se enfrentan las viejas estructuras de poder con las nuevas dinámicas políticas que Arce intenta consolidar. Esta división podría tener repercusiones significativas en el futuro del MAS y en la estabilidad del gobierno de Arce. Aunque Morales sigue siendo una figura influyente dentro del partido y en la política boliviana en general, las crecientes diferencias internas podrían debilitar la unidad del movimiento y afectar su capacidad para enfrentar los desafíos políticos y económicos del país. Foto: Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia.
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