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Nigeria: la persecución anticristiana se intensifica mientras el mundo guarda silencio
La situación de los cristianos en Nigeria ha llegado a un punto crítico. Mientras gran parte de la comunidad internacional mira hacia otro lado, miles de creyentes viven bajo una brutal campaña de persecución religiosa que ya puede calificarse como genocidio silencioso. Organizaciones humanitarias y medios europeos alertan de que al menos 850 cristianos permanecen hoy secuestrados en campamentos yihadistas, sometidos a torturas, esclavitud y ejecuciones si sus familias no logran pagar los rescates exigidos.
- 1.200 templos destruidos cada año
- 100 ataques al mes
- Más de 3 iglesias arrasadas cada día
Estas cifras revelan una estrategia sistemática para borrar el cristianismo del territorio nigeriano, especialmente en las regiones del norte y el cinturón central.
Uno de los testimonios más desgarradores proviene de familias que denuncian que los niños secuestrados son trasladados a orfanatos islámicos, donde se les impone conversión forzada al islam y adoctrinamiento militar.
- Parroquias católicas
- Iglesias evangélicas
- Congregaciones de la Organización de Iglesias Instituidas Africanas (OAIC), conocidas como “iglesias de vestidura blanca”
- Comunidades pentecostales y protestantes independientes
El objetivo de los extremistas es claro: desarraigar la fe cristiana en todas sus expresiones.
- Secuestros de pastores y líderes comunitarios
- Ejecuciones extrajudiciales
- Desapariciones forzadas bajo el pretexto de “operaciones antiterroristas”
Según los informes, estas acciones se justifican como parte de campañas contra movimientos independentistas como el de Biafra, pero en la práctica se convierten en excusas para acallar voces cristianas críticas con el gobierno.
Sacerdotes, monjas y jóvenes: los blancos preferidos de los yihadistas
Entre los cautivos se encuentran sacerdotes, religiosas y líderes comunitarios, secuestrados en operativos coordinados en estados como Enugu y Kogi. En septiembre, varias monjas lograron ser liberadas tras el pago de cuantiosas sumas de dinero, pero decenas de pastores y catequistas continúan desaparecidos, sin que las autoridades nigerianas ofrezcan respuestas ni protección.Boko Haram y los grupos afiliados: 19.100 iglesias destruidas desde 2009
La irrupción del grupo terrorista Boko Haram en 2009 marcó el inicio de una era de terror. En apenas 15 años, más de 19.100 iglesias han sido arrasadas, quemadas o confiscadas por milicias islamistas, lo que equivale a:- 1.200 templos destruidos cada año
- 100 ataques al mes
- Más de 3 iglesias arrasadas cada día
Estas cifras revelan una estrategia sistemática para borrar el cristianismo del territorio nigeriano, especialmente en las regiones del norte y el cinturón central.
15 millones de desplazados: un éxodo cristiano sin precedentes en África
Las aldeas cristianas se vacían. Enteras comunidades han tenido que huir para salvar la vida. Se estima que al menos 15 millones de fieles han abandonado sus hogares, viviendo en campamentos improvisados o hacinados en iglesias convertidas en refugios.Uno de los testimonios más desgarradores proviene de familias que denuncian que los niños secuestrados son trasladados a orfanatos islámicos, donde se les impone conversión forzada al islam y adoctrinamiento militar.
La persecución no distingue denominaciones: católicos, evangélicos y comunidades africanas bajo fuego
La violencia afecta por igual a:- Parroquias católicas
- Iglesias evangélicas
- Congregaciones de la Organización de Iglesias Instituidas Africanas (OAIC), conocidas como “iglesias de vestidura blanca”
- Comunidades pentecostales y protestantes independientes
El objetivo de los extremistas es claro: desarraigar la fe cristiana en todas sus expresiones.
Acusaciones de complicidad estatal: militares y policías señalados por secuestros y desapariciones
Lo más alarmante es que la amenaza no proviene únicamente de los grupos yihadistas. Unidades especiales del Ejército y la Policía de Nigeria han sido señaladas por ONG como Intersociety por su presunta participación en:- Secuestros de pastores y líderes comunitarios
- Ejecuciones extrajudiciales
- Desapariciones forzadas bajo el pretexto de “operaciones antiterroristas”
Según los informes, estas acciones se justifican como parte de campañas contra movimientos independentistas como el de Biafra, pero en la práctica se convierten en excusas para acallar voces cristianas críticas con el gobierno.
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